Cómo influir en la autoestima de mis hijos

Autoestima en los hijos

La autoestima en los hijos es un sentimiento que se va construyendo desde la gestación hasta su nacimiento. Esto lo acompañará a lo largo de su vida. Ambos padres pueden influir de manera positiva durante la crianza, siendo importante los acuerdos entre ambos para su sano desarrollo. Te dejo algunos tips que pueden ser útiles:

No contradigas a tu pareja frente tu hijo(a).

Esto lo confunde y luego se le dificulta aprender sobre el respeto y la tolerancia. No sabe a quien creer y en quien confiar. Sobre todo, el valor de aceptar al otro y su estima. Negocia con tu pareja sobre la crianza, es posible si amas a tu hijo.

El desacuerdo, las diferencias, la idea en tu hijo de «uno a mi favor y uno en mi contra» divide, separa, genera alianzas, díadas, donde alguien queda fuera, como una isla. Esto destruye a las familias, y lleva al niño(a) a perder su sentido de identidad y autoestima. Ambos padres dan identidad al Ser.

Si uno de los padres no está…

Bendícelo con amor y déjalo ir, sella ese capítulo y si acaso has acumulado resentimiento y rencor, suelta, es saludable para ti y para tu hijo(a). Que crezca sabiendo que tiene un padre, o una madre, con virtudes y defectos. Llegará el momento en que contarás toda la historia.

No condenes a esa persona, pero tampoco la victimices porque de cómo asumas esta ausencia, tu hijo forjará su identidad. Si le repites continuamente con desagrado y rechazo que su progenitor(a) es «malo(a)», tu hijo tarde o temprano sentirá que algo está mal en él mismo, y esto lo perseguirá siempre, el impacto en su autoestima será negativo.

Cuando tenga edad para comprender sobre las decisiones adultas, cuéntale sobre su historia, de cómo fue concebido y lo que sucedió luego.

Si tu hijo quiere decir o hacer algo…

Confía, cree en él. La Fe de una madre y de un padre hacia el hijo, lo engrandece, le da un sentido de orientación y de propósito en la vida. Se comerá el mundo, tendrá una autoestima inquebrantable, se sentirá valioso, completo y con un humilde pero consistente sentido de Poder.

Hazle saber que para ti es, no un Súper Héroe, sino una versión única de ser humano, hecho de carne, huesos, sueños, virtudes y errores. Reconoce esas ideas e inventos que lo hacen sentir orgulloso(a).

Bríndale disciplina a su autoestima.

La estructura, las normas, los valores y principios son fundamentales para los hogares y la sociedad, no dejes de practicarlo y modelarlos para tu hijo. La disciplina empieza por nosotros los adultos, y ellos aprenden del mismo modo de cuando lo hacen al hablar, «escuchando y observando».

Hoy lo necesitamos más que nunca, el impacto de la disciplina en la formación de valores de tu hijo, le generará fortaleza, equilibrio y ajuste social. Pero cuidado con la rigidez y los extremos. Es preciso ser flexible para algunas otras cosas, eso es lo que el amor es capaz de ofrecer.

Ya mi hijo no es un niño…

Cuando crezca, sigue amándolo incansablemente. He visto como algunos padres se separan de sus hijos y viceversa cuando éstos llegan a la adolescencia. Pareciera que no resisten la idea de que sus hijos tengan sus propias ideas y pensamientos. Esto lo otorga el crecer.

En otros casos preocupa o molesta el modo de rebelarse, o la reactancia por “la perdida de libertad” que muchos adolescentes reclaman.

Pero sigue siendo tu hijo(a), ese ser especial que te llenó de tanta alegría cuando nació. Míralo a los ojos (no pares de hacerlo) para recordar quien es, para que sepa que él está y tu estás con el. Ahora es una nueva etapa, escúchale, solicita respetuosamente ser escuchada, se puede negociar, llegar acuerdos, sin perder el norte jamás: seguir amando.

Valida sus sentimientos y su autoestima.

Es natural en los niños y adolescentes expresar su animo y afecto con su cuerpo, como cuando están alegres y/o están tristes. Cuando están alegres escuchar sus risas, es liberador y hasta catártico. Invade en el otro una sensación igual de alegría.

Cuando están bravos o tristes, es común sentir un gran signo de interrogación en las mentes, no siempre se sabe qué decir o hacer; a veces se dice lo primero que llega a la mente. Cuidado.

Sus lagrimas, rabietas, pataletas, gritos son manifestaciones naturales ante una emoción o dolor que no pueden controlar, frustración. Es importante para su autoestima validar lo que sienten en ese momento. Entender que así como nosotros nos enfurecemos o lloramos, ellos también lo hacen, y es una respuesta natural del cuerpo.

Resulta poco alentador, cuando estamos molestos o tristes, escuchar frases como: «por qué te pones así?»,»no tienes por qué sentirte así!» o «no llores!» «que exagerado eres!». O peor aún, usar el castigo físico cuando esto sucede. A veces el silencio, estar con ellos y dejar que se expresen pueden ser beneficiosos.

Se puede disciplinar con amor. Y para la autoestima de tu hijo es fundamental aceptar que «sienten y pueden expresar su dolor».

A modo de concluir la influencia en la autoestima de tus hijos.

He entendido y visto en la práctica profesional como muchos conflictos e inseguridades vitales, enfermedades físicas y mentales, grandes depresiones, y hasta procesos ansiosos provienen de un amor que no puede expresarse por inexperiencia, por no haberlo vivido y sentido de parte de sus padres. Las bases de la autoestima de tu hijo, se cimientan en casa.

Expresa el amor a tus hijos invitando al otro padre a participar en su crianza, llegando a mínimos acuerdos, brindando disciplina y flexibilidad, creyendo en él, reconociendo y validando sus sentimientos. También brindando tu presencia espiritual, tu compañía incondicional, tus besos y abrazos.

Ese eterno Brillo en la Mirada de tu hijo será tu mayor recompensa.

Dra. Alma

Psicóloga clínica, psicoterapeuta, asesor familiar. Más de 20 años de experiencia en el trabajo con niños, niñas, adolescentes, adultos y familias.

Si requiere una consulta personal en esta área o similar, puede contactarme al siguiente correo: cedifa3@gmail.com.

10 comentarios en «Cómo influir en la autoestima de mis hijos»

  1. Los valores ciudadanos comiensa por un «hogar» matriminio bien formado como una casa firme sobre la roca. Si educas tus hijos con valores desde pequeños al ser adolescentes solo tienes que confiar en ellos y sabran seguir tu ejemplo. Un paiz pobre puede ser en mas rico del mundo si este esta constituido por familias de valores

  2. Gracias por ese gran aporte a la familia, el núcleo del ser humano digno, responsable y consciente…en la familia es donde se siembran los valores!!! Adelante Funprobien !!!

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